Colectivos vecinales, ecologistas y ciudadanos independientes critican la política urbanística del gobierno local y denuncian la amenaza que supone el proyecto Trafalgar-San Ambrosio para Zahora y su entorno
El sábado, 31 de mayo, se celebró en el Salón Multiusos de Barbate la II Asamblea de la Plataforma “Salvemos Trafalgar”, que reunió a representantes de asociaciones vecinales, colectivos ecologistas, partidos políticos y vecinos y vecinas a título individual. El objetivo: manifestar un firme rechazo al macroproyecto turístico Trafalgar-San Ambrosio en Zahora y exigir al Ayuntamiento de Barbate la paralización de este y otros desarrollos urbanísticos de gran escala en el municipio.
Entre los principales acuerdos adoptados, la Asamblea denuncia el carácter “especulativo” del proyecto, que contempla la construcción de 255 viviendas turísticas, 2.050 plazas hoteleras y un centro comercial en más de medio millón de metros cuadrados de suelo rústico, considerado de alto valor ecológico. Según la plataforma, este modelo urbanístico “no ordena, sino que desordena” y pone en grave riesgo el patrimonio natural, social y cultural de la zona.
La Plataforma recuerda que la licitación del equipo redactor del nuevo Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) obliga a paralizar proyectos como Trafalgar-San Ambrosio y La Sierrezuela en Zahara de los Atunes. Por tanto, consideran incoherente continuar promoviendo urbanizaciones masivas propias “del siglo pasado”, mientras pedanías como Zahora, Caños de Meca o San Ambrosio siguen sin servicios básicos como el agua potable o el saneamiento.
Durante la Asamblea, se leyó un comunicado de la Asociación de Vecinos Costa de la Luz de Zahora en el que se expone la falta de planificación y transparencia del Ayuntamiento en los distintos procesos urbanísticos en marcha. También se recordó que el proyecto no cuenta con el respaldo de la ciudadanía: más de 450 alegaciones vecinales fueron desestimadas en fases anteriores y ya se han recogido cerca de 2.800 firmas en contra.
La plataforma también criticó que el proyecto incumple con la normativa de Costas respecto a edificabilidad y no aporta soluciones reales a los problemas estructurales del municipio. “El gobierno de Miguel Molina promete resolver el saneamiento o el tráfico con este desarrollo, pero son afirmaciones sin fundamento. Lo que hay detrás es un interés privado disfrazado de utilidad pública”, denunciaron.
En la Asamblea se acordó iniciar la redacción de nuevas alegaciones ante la tercera aprobación provisional del proyecto, presentada en el Pleno municipal del 7 de mayo, y convocar una III Asamblea a finales de junio para continuar la movilización ciudadana.
Por último, recordaron el estado de abandono de los espacios públicos en Barbate como ejemplo del déficit de inversión en lo local frente a la apuesta por macroproyectos turísticos que, aseguran, solo agravan la desigualdad territorial en el municipio.
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