Conil cambia sus
ordenanzas urbanísticas para legalizar cerca de cinco mil viviendas
La mayor parte de las
construcciones irregulares están diseminadas en el término municipal edificadas
en suelo agrícola
F. S. ZAMBRANO
CADIZ | ACTUALIZADO 30.08.2014 - 05:04
El pleno del
Ayuntamiento de Conil (Cádiz), gobernado por Izquierda Unida (IU) ha dado luz
verde a tres ordenanzas municipales que abren el camino a la regularización de
unas 5.000 viviendas diseminadas en el término municipal, la mayor parte
construidas en suelo agrícola. Las nuevas normas han salido adelante gracias a
la adaptación hace dos años del PGOU de Conil a la Ley de Ordenación
Urbanística de Andalucía (LOUA) y muy especialmente al reciente decreto 2/2012
de la Junta, que otorga a los ayuntamientos la potestad para ejecutar estos
trámites.
La elaboración de estas ordenanzas es la culminación de un intenso estudio previo realizado por los técnicos del área municipal de Urbanismo, que determinó que del total de las viviendas cuya situación podía regularizarse, un 10% está repartido en cuatro asentamientos urbanísticos, mientras que el 90% restante, en torno a unas 4.500 viviendas, se encuentran diseminadas en el campo, en suelo agrícola. Este segundo conjunto de edificaciones podrían iniciar en poco tiempo los trámites para ser declaradas Asimiladas a Fuera de Ordenación (AFO).
La elaboración de estas ordenanzas es la culminación de un intenso estudio previo realizado por los técnicos del área municipal de Urbanismo, que determinó que del total de las viviendas cuya situación podía regularizarse, un 10% está repartido en cuatro asentamientos urbanísticos, mientras que el 90% restante, en torno a unas 4.500 viviendas, se encuentran diseminadas en el campo, en suelo agrícola. Este segundo conjunto de edificaciones podrían iniciar en poco tiempo los trámites para ser declaradas Asimiladas a Fuera de Ordenación (AFO).
El pleno municipal
aprobó, con los votos a favor de IU, PSOE y PA y la única abstención del PP,
tres ordenanzas que regularán todo el procedimiento. La primera declara en
situación asimilada a la legalidad todos los usos, construcciones e
instalaciones establecidas en suelo no urbanizable del municipio conileño. Es
decir, regula los requisitos que tienen que cumplir estos inmuebles, como, por
ejemplo, que no se encuentren inmersos en un proceso sancionador, que no estén
en suelo de especial protección o inundable y que tengan más de seis años de
antigüedad, ya que este es el plazo establecido en el decreto de la Junta por
el cual se considera prescrito el supuesto delito contra la ordenación del
territorio.
La segunda norma regula las normas mínimas de habitabilidad y salubridad de las edificaciones en suelo no urbanizable. Para poder iniciar este proceso de regularización, el propietario de la vivienda tendrá que aportar la documentación de identificación del inmueble, la documentación de terminación de la edificación y la certificación que acredite que reúne las condiciones de seguridad, habitabilidad y salubridad que fija la propia ordenanza.
La segunda norma regula las normas mínimas de habitabilidad y salubridad de las edificaciones en suelo no urbanizable. Para poder iniciar este proceso de regularización, el propietario de la vivienda tendrá que aportar la documentación de identificación del inmueble, la documentación de terminación de la edificación y la certificación que acredite que reúne las condiciones de seguridad, habitabilidad y salubridad que fija la propia ordenanza.
Los titulares de este
tipo de construcciones en el campo podrán solicitar un certificado que les
permitirá iniciar trámites como registrar la propiedad de la vivienda o pedir
servicios y suministros básicos como el agua o la luz. Este certificado, que
será emitido por el Ayuntamiento, tendrá un coste para el propietario que será
equivalente al 3,45% del presupuesto de ejecución material de la construcción,
tal y como recoge la tercera de las ordenanzas aprobadas en el pleno, en este
caso de carácter fiscal. El decreto de la Junta establece que el coste de este
servicio corre a cargo del propietario de la vivienda y no de la administración
que lo emite.
Estas ordenanzas, que
habían sido consensuadas antes del pleno del jueves por los grupos municipales
de IU y PSOE, serán publicadas durante un plazo de 30 días.
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