Los resultados han sido positivos para los socialistas, Antonio González en San José del Valle y Javier Pizarro en Alcalá, así como para el popular, José Ortiz, en Vejer
Las encuestas hacían prever que el alcalde andalucista de Barbate, Miguel Molina, iba a subir en respaldo electoral, tanto que incluso se hablaba de una mayoría absoluta en torno a los once concejales. Lo ocurrido ayer es tema de investigación y estudio, ya que no se recordaba una mayoría con tan enorme respaldo, lo que deja las manos libres al alcaldable para tomar muchas de las decisiones que en los últimos cuatro años le ha tumbado la oposición. El tiempo dirá.
Barbate
Miguel Molina ha logrado el milagro de los peces y el vino. Durante cuatro años ha devuelto a la ciudadanía barbateña el orgullo patrio, y movilizando a los colectivos de las distintas barriadas ha logrado que se recupere la autoestima, perdida años atrás. Un mensaje que para la oposición ha estado vacío de contenido, pero que no ha logrado el desgaste que esperaban, tanto es así, que ni en los mejores momentos del PSOE, se había logrado ganar unas elecciones con tanta mayoría. Han sido más de 6.000 votos de diferencia los que ha sacado la candidatura andalucista a la segunda fuerza política, la encabezada por la socialista, María Dolores Varo. Tampoco ha calado entre los barbateños el mensaje de los populares, con Carlos Llaves a la cabeza, que ha dejado en el camino dos ediles. Unos comicios que dejan a Izquierda Unida (IU), sin representación y sin uno de los grandes azotes al gobierno de Molina. El abogado, Luis García Perulles se queda fuera del juego político. Son muchas las cosas que cambiarán a partir de ahora en la localidad barbateña y en laCasa Consistorial. La primera de ellas, la instalación de un ascensor para llegar al salón de plenos, ya que uno de los miembros de la nueva Corporación tiene su movilidad reducida, y precisará de ayuda para cumplir con su cometido como concejal
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