¡Buenos días! es lo que solemos decir por la mañana.
Se me ocurre escribir esto.
Hace un buen rato que me desperté con
calor y escuchando la lluvia en el tejado. Son las seis y media de la mañana y
escucho cantar a los ruiseñores y a los gallos y el tic tac del reloj, sin
embargo es imperceptible el ruido que hacen devorando las hojas de morera el
montón de gusanos de seda que tenemos en
una caja de cristal.
Gusanos de seda entre ramas de morera. |
Mientras por aquí en esta época del año, en Zahora y Los Caños, todavía se ve poca gente de fuera y nosotros seguimos con nuestra rutina
diaria, sembrando en el huerto, últimamente recolectando patatas, fresas,
nísperos, habas y guisantes, lechugas, echando de comer a nuestros animales,
perros y gatos, a las gallinas y recogiendo sus huevos, unos días más y otros menos,
etcétera, no paran de llegarnos las noticias por la tele, la radio, los periódicos y sobre todo por Internet, de lo mal que se está poniendo la
cosa en el plano económico y social con una reforma laboral que recorta muy mucho los
derechos de los trabajadores y nos retrotrae a una situación semejante a la que podría haber hace treinta
o cuarenta años, facilitando enormemente el despido con lo que seguirá aumentando aun más la tasa
de paro que ya supera los cinco millones de españoles.
El nuevo gobierno del
PP (antes también el del PSOE), en contra de lo que habían prometido en su campaña electoral, no para de
hacer recortes y más recortes, asegurando que es un sacrificio necesario para salir de la crisis. Decreto tras
otro, con su mayoría absoluta en el Cogreso, están desmantelando la sociedad de bienestar que
tantos años costó conseguir en España.
Recolectando nísperos en lo alto del árbol |
Lo que nunca se iba a permitir ya es una amarga y cruel realidad: se recorta también en sanidad y en educación, nos va a quedar una
atención sanitaria y una educación solo para los que tengan dinero, algo
parecido a lo que sucede en Estados Unidos. Se recorta también el gasto en
investigación y se eliminan de un plumazo las ayudas que había contra el SIDA y
las subvenciones a las ONGs que ayudan a mitigar el sufrimiento de la gente pobre y necesitada del “tercer
mundo”.
El nuevo gobierno, después de las
sucesivas subidas de la gasolina, el gas, la luz, tasas de todo tipo, entre
ellas universitarias, de que cada vez mas gente no pueden pagar las hipotecas y los desahucios están a la orden del día, etc. ahora también sube el IVA (que tampoco se iba a subir).
No sé hasta donde
la gente podrá aguantar porque, realmente, por causa de este sistema ultra capitalista de "los mercados" “nos están dando la del pulpo”, y no parece que esto
termine o tenga fácil solución. No sé que ocurrirá, cómo va a responder nuestra sociedad, pero creo que, después del desplome del "ladrillo" y sin saber qué va a pasar con todo lo demás, para poder comer y subsistir la gente no va a tener más remedio que volver a los trabajos tradicionales del campo. Ahora se hace necesario más que nunca que las familias tengan y puedan trabajar en su propio huerto y unos animales domésticos para, al menos, poder comer unos huevos, unos tomate y unas patatas.
Ahora, para aliviar los efectos de la crisis, se hace más necesario que nunca que las familias tengan y puedan trabajar en su propio huerto y unos animales domésticos para, al menos, poder comer unos huevos, unos tomate y unas patatas.
ResponderEliminarLa Naturaleza y nuestros hijos y nietos también lo agradecerán. Saludos.
Acertada la reflexión que haces sobre lo que está ocurriendo.
ResponderEliminarEl problema lo vamos a tener los que vivimos en cubículos de hormigón apilados en barrios periféricos o viejas viviendas de los nucleos urbanos de ciudades.
Como no dediquemos nuestros balcones al cultivo o habitaciones a la cria de animales lo tenemos crudo.
Saludos desde la incibilización