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CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DEL AGUA
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http://www.eldiario.es/sociedad/privatizacion-tema-proximas-elecciones-municipales_0_309369798.html
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La marea azul propone un pacto
social contra la privatización del agua
El movimiento comienza este
viernes una serie de presentaciones para pedir que España respete los acuerdos
internacionales que ha firmado y que consideran el acceso al agua como derecho
humano
Unos 300.000 abonados sufren
cortes cada año por falta de pago y se calcula que alrededor de nueve millones
de personas tienen problemas para hacer frente a las facturas
En el mundo apenas el 10% de la
gestión del agua está en manos privadas, pero en España es más de la mitad
Mª Ángeles Fernández / J. Marcos
02/10/2014 - 21:32h
Una "marea azul" llena
el centro de Zaragoza contra la privatización del agua
más INFO
Jerez ayudará a los vecinos a
hacer frente a los cortes de agua tras haber privatizado el servicio
La municipalización del agua, una
idea que se abre camino
Denuncian que Aqualia corta el
agua a familias sin recursos con un solo recibo impagado en Murcia
Un mismo municipio, una misma
calle y dos facturas del agua completamente diferentes: una de ellas un 20% más
barata. Por definición. Esto comenzará a ocurrir en Jerez de la Frontera en
unos días, cuando las pedanías jerezanas de Guadalcacín, Torrecera y Estella
reciban el servicio de agua de la empresa pública Agua Sierra de Cádiz.
Ante la privatización del
suministro aprobada por el Ayuntamiento –80 millones de euros de canon mediante
y una concesión a 25 años–, un grupo de ciudadanos ha luchado por evitar poner
el agua de sus grifos en manos del mercado, logrando una pequeña victoria que
da esperanzas a los defensores del agua pública. "Fue imposible bloquear el
proyecto porque el PP tenía mayoría absoluta, pero conseguimos que tres de las
siete pedanías que tiene Jerez no se acogieran a la privatización por una
competencia que tenían aprobada", explica Francisco López, de la
plataforma Marea Azul del Sur.
La defensa de la gestión pública
del agua urbana es uno de los movimientos ciudadanos que suma más
movilizaciones en los últimos años. Quizás el caso del Canal de Isabel II de
Madrid sea el que tuvo más eco mediático, pero el mapa por el agua pública cada
vez se expande más. "Hace tres años, cuando empezamos este proceso, éramos
cuatro gatos. Pero el movimiento ha crecido y cada vez somos más
colectivos", añade López, que ha pasado de trabajar en la empresa pública
Aguas de Jerez a estar en nómina de la privada Aqualia.
Un pacto social por el agua
pública es la última iniciativa del movimiento, que incluye a mareas
ciudadanas, asociaciones vecinales, organizaciones ecologistas y de
consumidores, sindicatos, fundaciones e incluso cuenta con el apoyo de algunos
grupos políticos. Tras su puesta en marcha en Andalucía, la propuesta buscará
adhesiones en distintos puntos del país –este viernes se presenta en Murcia–
hasta tejer una tupida red, que incluya a la mayor cantidad de municipios
posibles.
Parten desde una actitud crítica:
"Las empresas públicas necesitan ser regeneradas, tenemos el reto de ser
socialmente sostenibles", explica Luis Babiano, gerente de la Asociación
Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (Aeopas).
Transparencia, democratización, rendición de cuentas, eficacia, y derecho
humano al agua. "Es posible un modelo diferente", añade.
El movimiento adquirió fuerza
global con la aprobación de la Asamblea General de Naciones Unidas del derecho
humano al agua en 2010. El Foro Mundial del Agua en Marsella y su encuentro
paralelo alternativo, celebrado en 2012 en la ciudad francesa, mostraron la
fuerza de una 'marea' que tenía un peso y una lucha global. El entonces
ministro español de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, recibió en ese encuentro
en Francia una propuesta de Ecologistas en Acción e Ingeniería sin Fronteras
sobre dos modificaciones de la Ley de Aguas: garantizar la titularidad pública
de los abastecimientos urbanos de agua y que la legislación nacional reconozca
de manera explícita el derecho humano al agua, garantizando un suministro
mínimo de 80 litros al día por habitante.
Y su respuesta no pudo ser más
clara: "En la gestión del agua hay que buscar la interacción del sector
público y del privado. No podemos limitar a los sectores públicos la
infraestructura y la gestión de los servicios de agua. En un futuro de enorme
austeridad presupuestaria tenemos que buscar la coparticipación de ambos
sectores".
Mientras los datos globales indican que tan solo el 10% de la gestión mundial del agua está en manos privadas, la tendencia en España es la contraria: en 1996 el 63% de la población española estaba abastecida por servicios públicos, porcentaje que ha bajado a menos del 50%. En plena crisis económica, la entrada de dinero fresco a través del canon concesional que pagan las empresas se ha convertido en un flujo de dinero fresco para las endeudadas economías municipales.
Con estos datos y estos
precedentes, el objetivo del pacto público no es involucrar al Gobierno
–"escepticismo al respecto es poco", explica Babiano–, sino que
trabajan de cara a las elecciones locales, para "conseguir pactos y
compromisos, que sea una tendencia sólida", apunta Babiano.
Prohibir los cortes de suministro
"El derecho humano al agua
debe estar en el ADN del sistema", subraya el gerente de Aeopas, una de
las organizaciones que ha liderado el pacto. Pero, ¿qué significa que el agua
sea un derecho humano? Que todo el mundo tenga un acceso mínimo garantizado a
agua de calidad, una cifra que puede variar entre los 60 y los 100 litros por
persona y día. "Las empresas privadas no van a garantizar el acceso a la
gente", explica la relatora especial de las Naciones Unidas por el Derecho
Humano al Agua y al Saneamiento, Catarina de Alburquerque.
La experta portuguesa apunta que
es el Estado quien debe ser el garante de los derechos y debe adoptar un marco
regulador que dictamine cuáles son las reglas: tarifas sociales, mecanismos de
subsidio, así como de participación y de información. Es decir, que nadie se
quede sin acceso al vital líquido.
Esto no se está cumpliendo en el
Estado español (donde no hay siquiera un regulador), a pesar de que fue uno de
los 122 países (hubo 22 abstenciones y ningún voto en contra) que apoyó la
apuesta de la ONU por este derecho humano, en una postura que define parte de
su política exterior. Unos 300.000 abonados sufren cortes cada año en el país
por falta de pago y se calcula que
alrededor de nueve millones de personas tienen problemas para hacer frente las
facturas. "Es una aberración y una traición al pueblo", opina
Francisco López. Por ello, desde el pacto social proponen prohibir los cortes
de suministro.
París como ejemplo
La vuelta a lo público se está
convirtiendo en tendencia. Más de un centenar de ciudades en el mundo ha
remunicipalizado su servicio de abastecimiento y saneamiento en los primeros 14
años del siglo: Atlanta e Indianapolis, en Estados Unidos; París, Berlín o
Budapest, en Europa; o Buenos Aires, La Paz, Johannesburgo, Dar-es-Salam,
Accra, Almaty o Kuala Lumpur, en los países del Sur, son algunos ejemplos
significativos.
"Tras unos años en los que
la privatización y la subcontratación han sido los procesos dominantes en los
servicios públicos, resulta cada vez más evidente que la tendencia empieza a
cambiar, en especial en el sector municipal, agua y energía incluidas",
confirma la Universidad de Greenwich en un estudio para la Federación Sindical
Europea de Servicios Públicos.
De todos estos casos, el de París
es que quizás el más emblemático y en el que se fijan desde el pacto social por
el agua pública. "Muestra una nueva imagen de ciudad, donde el agua tiene
una percepción integradora y de derecho humano, como algo colectivo",
explica Babiano. En la capital francesa –sede por otro lado de las dos
principales multinacionales del sector, Suez y Veolia–, el recibo bajó un 8%
durante el primer año y se obtuvieron beneficios de 35 millones de euros.
Además, no están permitidos los cortes de agua para las familias que no puedan
pagar, se han creado nuevos servicios y se ha logrado una gestión más
democrática y participativa.
Torrelavega (Cantabria), Ermua
(País Vasco), Arenys de Munt (Cataluña), Arteixo (Galicia), Cazorla, Medina
Sidonia, Lucena y 22 pueblos de la provincia de Sevilla asociados en Aguas del
Huesna (Andalucía) son los ejemplos en el Estado español. En Lucena, por
ejemplo, en seis meses la empresa municipal ha conseguido 285.000 euros de
beneficios, un 25% más de los declarados por la empresa privada en su último
año como concesionaria. Francisco López, que lleva tres años luchando contra la
privatización en Jerez, finaliza: "A los ciudadanos nos han convertido en
consumidores, hay que apostar por un modelo nuevo y desde lo público se puede y
se debe".
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